En esta era capitalista que mercantiliza la vida, la salud, la alimentación, se han consolidado procesos de despojo y cooptación de toda la cadena de producción de alimentos por parte de empresas multinacionales. Así, estas empresas controlan la semilla, la alimentación, la salud, los cuerpos, los territorios, los pueblos para el beneficio del capital. ¿Cómo podemos restaurar, restituir y fomentar la soberanía alimentaria desde nuestras prácticas de consumo, desde el consumo responsable? Quédense junto a nosotras y nosotros
El consumo de alimentos sanos, rico y de nuestra tierra es un derecho humano parte del Derecho a la alimentación sana y culturalmente adecuada, que se ejerce cuando todo hombre, mujer, niña o niño, tiene acceso físico y económico en todo momento a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla. Esta alimentación deberá estar en correspondencia con las tradiciones culturales, para garantizar una vida física, sicológica y espiritual, satisfactoria y digna, y libre de plaguicidas y antibióticos que afectan directamente a la salud humana y ambiental.
Hoy en Latinoamérica existe una autentica crisis alimentaria, que se potenció durante la COVID19 y estamos perdiendo nuestro derecho a definir y controlar las formas de producción, distribución y consumo de alimentos.
Grandes multinacionales buscan controlar todo el proceso y recursos productivos y alimentarios promoviendo un sistema de uso intensivo de agrotóxicos, fertilizantes químicos, semillas transgénicas y monocultivos que destruyen la biodiversidad y la producción local.
Esta lógica de producción también promueve un consumismo irracional que privilegia la comida procesada y ultraprocesada sobre los alimentos frescos que nos está dañado la salud de todos particularmente de los jóvenes, y niños y niñas que se muestran más vulnerables ante la publicidad que abunda los medios de comunicación masivos.
Dejar la responsabilidad de nuestros alimentos en manos de grandes empresas para quienes nuestro bienestar no es una prioridad, ha convertido el Comer una de las actividades más peligrosas para la salud. Necesitamos retomar el control de nuestros sistemas agroalimentarios.
En ese sentido…
¿Qué es comer sano?: Tener alimentos reales y naturales que sean buenos para nuestro cuerpo, que nos provea de una nutrición integral y natural y que sean inofensivos para nuestra salud. Pero también que sea bueno para la naturaleza y para quienes los producen.
¿Qué es comer rico?: La gastronomía ecuatoriana se ha visto enriquecida por la pluriculturalidad, la diversidad de climas, así como la variedad de especias y productos que existen en el país. Comer rico es la experiencia de escoger una variedad de ingredientes locales que son frescos y saludables, para preparar deliciosas recetas que son parte de nuestro patrimonio alimentario. Como dice la campaña ciudadana “Que rico es”: “El consumo responsable abre experiencias al paladar y a la conciencia colectiva para reconocer la diversidad natural del alimento.”
¿Qué es comer de nuestra tierra?: es alimentarse mediante la producción autónoma de alimentos, obtenidos con prácticas que no profundicen el daño ambiental y que protejan la diversidad productiva, cultural y gastronómica del país. Es preferir los alimentos más cercanos, de nuestra propia finca, huerta, chakra o de los espacios de comercialización directa mas cercano. Es también reconstruir las relaciones entre el campo y la ciudad, acercándose a los espacios de comercialización solidaria y compartir alimento y conocimiento directamente con quienes producen nuestros alimentos
¿Cómo podemos restaurar, restituir y fomentar la soberanía alimentaria desde nuestras prácticas de consumo, desde el consumo responsable? Quédense junto a nosotras y nosotros en un nuevo episodio de Voces desde la tierra, el podcast del Colectivo Agroecológico del Ecuador.